viernes, 8 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (I) CORRIDA MANSA Y OREJA PROTESTADA

Razones de un premio.
La Quimera, tablao flamenco, ha establecido en colaboración con Hoteles NH el premio Curro Romero, al “momento más jondo de la Feria de San Isidro”. Por tal se entiende una faena, un quite, un par de banderillas, una estocada, un puyazo o cualquier otro detalle. Las razones del galardón están muy claras; resaltar la hermandad histórica y esencial del cante y el arte de torear. Falta que, al igual que ha ocurrido con el flamenco, se reconozca al toreo como bien inmaterial de la humanidad.

Primera de San Isidro.
Joselito Adame brindó el primer toro de la Feria a su Majestad el Rey Felipe VI. Pepe Moral y Juan del Alamo también brindaron. Un gesto de cortesía por el apoyo que la presencia del Monarca en Las Ventas puede suponer para la Fiesta en momentos de tribulación. A lo largo de estos días trataremos de analizar el origen de esas tribulaciones. En toros, como en todo, no todo es lo que parece. Valen los gestos de los toreros y vale el gesto del Rey. Yo lo que pido y exijo a los reyes es que sean justos y benéficos. Que les gusten o no los toros es lo de menos. Fernando VII creó Escuelas de Tauromaquia y ha sido el peor gobernante de España de todos los tiempos. Por ejemplo, Majestad, ignoro si usted sabe o no sabe de toros; pero Pepe Moral estuvo firme y torero en un toro por el cual ni el torero ni nadie daban un alamar. Pepe Moral ha estado siete años sin venir a Las Ventas y puede, tras naufragar con la espada, lo condenen a otros siete de ostracismo. Tarde responsable, de torero cabal que acaso no le sirva de nada.
De momento conviene que las figuras españolas y también las  mexicanas se enteren de que existen estos toros: toros con cuernos. Y con genio y con mansedumbre alevosa como la que echaron ayer los Hermanos Lozano a las Ventas. El sexto, por poco le rompe la madre a Juan del Álamo, el torero que mejor entendió las adversas condiciones de los animales. Se descubrió, el toro se le vino al pecho y el volteretón fue tremebundo. Antes le había cortado al tercero una oreja discutida y con razón, pero no de casquería. Yo no diría que fue una corrida imposible. Fue una corrida para lidiadores que, en conjunto, fueron más bravos que los toros.

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