miércoles, 22 de julio de 2015

CON SERRANITO, EL TORERO ROTO, EN COLMENAR,TIERRA DE TOROS


Descanso del teatro; toros de café.
En marcha la ampliación de la donación taurina al Ayuntamiento de Colmenar Viejo: mi archivo fotográfico recogido de amigos dilapidadores, el rastro, trastienda de librerías de viejo.  Sigue de Alcalde Miguel Angel Santamaría, aunque por los pelos. Por los pelos de Ciudadanos, quiero decir. O sea que, como Santamaría ya se sabe el mecanismo, mi archivo fotográfico estará bien organizado; con la ayuda de Miguel Ángel de Andrés que siempre está al quite. No soy fotógrafo, pero he ido reuniendo un número considerable de fotografías, desde los Gallos y Belmonte hasta nuestros días. La afición de viejo periodista.
Estará junto a los 125 cuadros y los 2.000 libros que, ignoro por qué razones, los aficionados no pueden consultar cuando lo necesitan. Exceso de celo municipal que convendría flexibilizar. Luego, está previsto un acto cultural en la que explicaré la historia del toreo a través de esas fotografías. Y el origen mismo de cada una.
Tengo como  signo inequívoco de que empieza el retiro veraniego en Colmenar después de los festivales de Almagro, Mérida  y Almada; Miguel, el chef del restaurante Santi Mostacilla, me prepara la primera cangrejada del verano. Guisa los cangrejos casi como los preparaba mi madre, que era buena guisandera y además madres no hay más que una. Después de mi madre la señá Rosario, mi prima la señá Julia, y Mostacilla. A partir de la cangrejada y la primera partida de mus, si se tercia, viene la normalización de la agenda veraniega; es la señal.
Charlas con Miguel Angel de Andrés que termina en estos días su tesis doctoral sobre la Desamortizacón de Mendizábal en Colmenar. Los ganaderos fueron los principales beneficiarios. Charlas con Agapito García Serranito, el gran torero colmenareño al que lo partió un oro dejándole inválido; una cogida brutal tipo  Julio Robles y Nimeño. Gran Torero y grandísima persona que lleva como puede su infortunio. El pasado verano escribimos juntos un largo poema titulado El fulgor del miedo, que publicó la Peña Los Mayorales, creada para el año de homenajes recordatorios a Serranito. Todo Colmenar, o casi todo, con el bueno de Agapito.
 Buen vinillo, clarete o blanco verdejo en Santi Mostacilla o en El Asador de Colmenar, que me pilla a un tiro de piedra de mi casa, o carreriña do can, que dicen los aldeanos gallegos. Santi Mostacilla son tres o cuatro tiros de piedra y es más asequible para Agapito. El año pasado llevé a comer al Asador a Luis Abril, máximo oficiante del rito tomista. Trató de convencerme de que JT seguía siendo el mismo y yo le dije que JT había pasado de ser un torero subversivo a una razón financiera. Le dolió, pero me lo perdonó. Supongo.
 Miguel Martínez es el dueño del Asador, me invita a vinos y chistorra y hablamos de toros;  y tiene un hermano que quiso ser torero, Ginesillo. Aquí suele celebrar la Peña El Rescoldo, sus afemérides y eventos. Y en los jardines algunas tardes he visto jugar al mus. La peña Tierra de toros es más proclive a Mostacilla.

  Toros, siempre toros con los aficionados de Colmenar que tratan de recuperar el esplendor perdido de La Corredera y no saben cómo. El primero de ellos, don Vicente Madero, el notario, que inspira  una tertulia taurina en Onda Cero Colmenar. Luego, la tertulia se traslada al bar más próximo que suele ser Mostacilla.   Se avecinan las Fiestas de los Remedios. Y aunque los carteles aún no se han publicado ya se saben; ciertos son los toros y los nombres de Castella, Perera, Morenito de Aranda, Juan Bautista…..

martes, 14 de julio de 2015

DE ALMADA A los MIURAS DE PAMPLONA.


De toros y teatro  con Rodrigo Francisco

En el puerto de Almada, en el Farol, ante unas botellas de vino verde y una fuente de gambas, hablaba de toros con Rodrigo Francisco, director del Festival de Teatro y discípulo de uno de los grandes:  Joaquim Benite. Como estábamos en cosas de teatro, le recordé a Valle Inclán, el único de la Generación del 97 aficionado a los toros y a… Juan Belmonte, el genio de Triana. Le recomendé leer Los cuernos de don Friolera, donde don Estrafalario reclama para el teatro la pasión que los toros suscitan en los aficionados. Rodrigo Francisco quiere poner en escena Luces de Bohemia, que le parece, con razón,  la cumbre valleinclaniana.
Vuelvo de Almada a ver la última corrida  de los Sanfermines, la miurada, final melancólico con el "pobre de mí" y el vals de Astrain; y remate heroico por la siempre esperada y siempre decepcionante lidia de los miuras. A Rodrigo Francisco dedico esta crónica de urgencia, excepción a mi retiro de los toros. Por el vino verde, por la promesa de llevarme un dia a escuchar en Lisboa los mejores fados y por el buen teatro que he visto en Almada. ¡Va por usted!.
De los miuras los dos primeros salieron buenos y nobles; el segundo  con cierto picante de la raza lo que le dio más interés. Tercero, cuarto y quinto, no tuvieron un pase; pasaban de los 600 kilos y la mansedumbre era proporcional al tonelaje. El sexto, otro torazo con la estampa clásica de los toros de Zahariche, era un toro con movilidad, ritmo y buen son; de esos que  hacen meritorio cualquier cosa que se le haga bien; pero Salvador Cortés,  que hace algunos años abrió la Puerta del Príncipe, no está en su mejor momento. No le dan corridas, ha perdido el sitio por la falta de festejos y no le sale nada ni a derechas ni a izquierdas. Anda muy mal con la espada y el primero se salvó de los cabestros in extremis, en el último segundo. El abismo del tercer aviso le nubló la razón al torero sevillano. Al sexto lo ensartó con un espadazo infame que hacía guardia.
Manuel Escribano es un torero con carisma, todo simpatía, garra y ambición. Es un torero limitado incluso en banderillas. El primero, al que cortó una oreja estuvo a punto de crucificarle  contra las tablas.   Citó sentado en el estribo, quebró por los adentros y sin sitio para salir,  y por poco el miura lo deja clavado como una  mariposa. Tiene la costumbre de irse frente a toriles a recibir sus toros con la larga cambiada de rodillas. Eso emociona al público; unas veces le sale bien y casi siempre mal.

El colombiano Luis Bolivar es un torero aguerrido, en la línea salvando las distancias de Cesar Rincón: muleta adelante y cite largo. Toreó muy bien al segundo de la tarde; pero estuvo desastroso con el estoque. Los tres diestros se jugaban mucho en esta tarde, casi el ser o no ser, Escribano un poco menos pues está ya relativamente asentado. Sale relanzado y Bolivar también, si olvidamos el uso de la espada. Es cruel apostarlo todo a una carta y que la carta sea los toros de miura. Esa crueldad del destino pesó sobre Salvador Cortés, el que abrió en tiempos la Puerta del Príncipe. No es Paco Camino o Curro Romero; pero con un poco de suerte y oportunidades puede funcionar en esto. Y esto ha sido todo, amigo Rodrigo Francisco, director del Festival de de Teatro de Almada. Como puedes ver una crónica de toros está tirado. Me costará más escribir de La señorita Julia, de Strinberg.  por la Schaubhüne; pero lo haré.