La internacional no quita El gato montés
En las Ventas corrida de domingo sin especial relieve. Garra
y buena espada de Robleño y pegapasismo de Serafín Marín y Luis Bolivar.
Los ibanes bien presentados, su principal virtud. Llegan noticias de la
obra de beneficencia de Julián López, el
Juli desde Cáceres a favor de la campaña contra el cáncer. Toros de Domingo Hernández, que no eran los
ibanes, de presencia, sino todo lo contrario, un toro indultado. Importa el
gesto, la obra benéfica de un torero solidario.
Las elecciones nos han devuelto en Donostia los toros con la
derrota de Bildu y el triunfo del PNV. Es un triunfo político. Veremos si es
también un triunfo taurino. De momento, cuatro corridas para la Semana Grande
de Donostia inmediata, de lo cual hay que congratularse. El Plus debe televisar
el acontecimiento sumándose al júbilo general. A cambio, incertidumbre en Madrid con la
irrupción fuerte de Podemos. ¿Abolirán
los toros si gobiernan?. Primero que gobiernen, luego Dios dirá. Yo creo que
tienen cosas más urgentes de las que ocuparse. Y en el peor de los casos, las
Ventas es un caladero de votos de cara a las generales. O sea.
A Manuela Carmena la
gente empieza a compararla con Enrique
Tierno Galván, el viejo profesor, el alcalde jaranero que tomaba anís
Machaquito e incitaba a los jóvenes a la revuelta y la insumisión. Tierno
Galván escribió un pequeño librito Los
toros acontecimiento nacional, cuya lectura recomiendo a Podemos y a
Manuela Carmena. Y a todos los aficionados a los toros. En él, el viejo
profesor, escribía: “La lidia del toro,
por uno u otro procedimiento, es un suceso viejísimo en la historia de España,
de modo que se ha constituido en animal símbolo, casi totémico de lo español.
La propia lidia, en cuanto acontecimiento, es con los religiosos el de de mayor
extensión y comprehensión (…) Si algún dia el español fuere o no fuere a los
toros con el mismo talante con que va o no va al cine, habría que poner este
sencillo epitafio: aquí yace Tauridia, es decir España”.
Recordaba yo el otro dia a dos amigos difuntos a través de los
cuales tuve primera noticia de Manuela Carmena en tiempos de tribulación. Eran estos Lola
Sacristán y su marido Manolo López.
Cuando los soltaban de Yeserías o de Carabanchel, en los ratos libres de su
ajetreo clandestino, se iban al 7 de Las Ventas; ejemplo moral de luchadores
por la libertad y espejo de aficionados taurinos; la Internacional no quita El
Gato Montés.
A los toros hay que dejarlos
a su aire, que se salven o se hundan por sí solos. Vivimos, y vamos a seguir viviendo,
en una sociedad de libre mercado: la oferta y la demanda. Por otra parte, si se
invocan principios humanistas-animalistas y se prohíbe la caza, la pesca, la
estabulación de animales, el exterminio de focas y otras prácticas para el
disfrute suntuario del hombre, yo aceptaré sin rechistar la prohibición de los toros.