domingo, 31 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (XXII). DE TIERNO GALVÁN A MANUELA CARMENA

La internacional no quita El gato montés

En las Ventas corrida de domingo sin especial relieve. Garra y buena espada de Robleño y pegapasismo de Serafín Marín y Luis Bolivar. Los ibanes bien presentados, su principal virtud. Llegan noticias de la obra de beneficencia de Julián López, el Juli desde Cáceres a favor de la campaña contra el cáncer. Toros de Domingo Hernández, que no eran los ibanes, de presencia, sino todo lo contrario, un toro indultado. Importa el gesto, la obra benéfica de un torero solidario.
Las elecciones nos han devuelto en Donostia los toros con la derrota de Bildu y el triunfo del PNV. Es un triunfo político. Veremos si es también un triunfo taurino. De momento, cuatro corridas para la Semana Grande de Donostia inmediata, de lo cual hay que congratularse. El Plus debe televisar el acontecimiento sumándose al júbilo general. A cambio, incertidumbre en Madrid con la irrupción fuerte  de Podemos. ¿Abolirán los toros si gobiernan?. Primero que gobiernen, luego Dios dirá. Yo creo que tienen cosas más urgentes de las que ocuparse. Y en el peor de los casos, las Ventas es un caladero de votos de cara a las generales. O sea.
A Manuela Carmena la gente empieza a compararla con Enrique Tierno Galván, el viejo profesor, el alcalde jaranero que tomaba anís Machaquito e incitaba a los jóvenes a la revuelta y la insumisión. Tierno Galván escribió un pequeño librito Los toros acontecimiento nacional, cuya lectura recomiendo a Podemos y a Manuela Carmena. Y a todos los aficionados a los toros. En él, el viejo profesor,  escribía: “La lidia del toro, por uno u otro procedimiento, es un suceso viejísimo en la historia de España, de modo que se ha constituido en animal símbolo, casi totémico de lo español. La propia lidia, en cuanto acontecimiento, es con los religiosos el de de mayor extensión y comprehensión (…) Si algún dia el español fuere o no fuere a los toros con el mismo talante con que va o no va al cine, habría que poner este sencillo epitafio: aquí yace Tauridia, es decir España”.
Recordaba yo el otro dia a dos amigos difuntos a través de los cuales tuve primera noticia de Manuela Carmena en tiempos de tribulación. Eran estos Lola Sacristán y su marido Manolo López. Cuando los soltaban de Yeserías o de Carabanchel, en los ratos libres de su ajetreo clandestino, se iban al 7 de Las Ventas; ejemplo moral de luchadores por la libertad y espejo de aficionados taurinos; la Internacional no quita El Gato Montés.
 A los toros hay que dejarlos a su aire, que se salven o se hundan por sí solos. Vivimos, y vamos a seguir viviendo, en una sociedad de libre mercado: la oferta y la demanda. Por otra parte, si se invocan principios humanistas-animalistas y se prohíbe la caza, la pesca, la estabulación de animales, el exterminio de focas y otras prácticas para el disfrute suntuario del hombre, yo aceptaré sin rechistar  la prohibición de los toros. 



viernes, 29 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (XXI). TALAVANTE O LA GENIALIDAD.


Hacia el cetro del toreo.

Faena memorable, o sea digna de recordación, la de Alejandro Talavante al quinto de la tarde. La pinchó de forma incomprensible cuando iba embalado a las dos orejas. No culpe a nadie Talavante, sino a una dudosa elección de terrenos. Intentó matar A quién  en la suerte contraía cuando el toro había pedido constantemente los medios.
Talavante, el arrebato y  la lucidez fulgurante de un momento de inspiración: un pase cambiado de rodillas rematado en arrucina o algo así: un momento genial. Picasso creía en la inspiración, pero decía que la inspiración debía encontrarte trabajando. Y Talavante se había trabajado la inspiración a base del toreo fundamental: la verónica y el natural. Sin eso no hay nada. Hubo un tiempo en que a Talavante lo llamaban, o llamábamos,  la fotocopia de JT: por la verticalidad, por los terrenos, por lo cerca que se pasaba los toros. Con el Talavante actual, ya quisiera José Tomás. No hay color. Aunque es cierto que, alcanzada la consagración de la divinidad, JT ya está al margen de esto, por encima del bien y del mal. Y por encima, sobre  todo, de cualquier humana competitividad.
 A Alejandro Talavante, por  fortuna, le queda mucho por lo cual competir: por el cetro de la tauromaquia, por ejemplo, por ser torero de época. Puede serlo. Tiene el don. No apela a las truculencias del revolcón anunciado. Y, además, de pronto, surge la revelación del misterio: un lance campero, un cambio de manos imposible: sin despeinarse
Finito de Córdoba ya no aspira a nada; a dejar trazos y pinceladas  de su antiguo toreo hondo y profundo y estético y despacioso.  Es un maestro en decadencia, pero una decadencia digna. Se pasó el tendido del 7 en su ira.Yo di en llamarlo  Juan Serrano cuando estaba sublime y recuerdo tardes; Finito de Córdoba lo reservaba para tardes más o menos corrientes y vulgares; y por último Finito de Sabadell, en tardes de desastre que fueron muchas. Dejémoslo en Finito de Córdoba.

 Daniel Luque tuvo la puerta entreabierta, o sea a güevo, su voluntad se quebró en el último Domecq ignoro por qué razones. ¿tiene miedo al triunfo?. ¿O ya no es aquel torero “selvático” que decía el inolvidable Chenel? Lo cierto es que la tremenda voltereta no le arrugó. Nunca me distinguí por regalarle a  Juan Pedro Domecq, que en paz descanse,  un adjetivo. En justa reciprocidad tampoco él me lo regaló a mí; incluso cuestionó y deslegitimó mi presencia como crítico en el Mundo. Váyase lo uno por lo otro. En desagravio, afirmo que la corrida de ayer fue una buena corrida; seria,  bien armada y con esa nobleza encastada que sueñan todos los toreros. ¡Va por usted!.     

jueves, 28 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (xx). BRONCAZO AL FANDI; URDIALES APERREADO.

David Fandila sigue sin tener una idea clara de para qué sirve la muleta. Y como el público tampoco la tiene, se  desentiende del último tercio y el Fandi se cabrea. Ayer mismamente en el quinto, tras clavar a cabeza pasada, tiró por la calle del medio y se cargó el toro en un pis pas; le pegaron el cante, no el cante grande de los flamencos, sino la bronca grande. En banderillas sigue siendo  un atleta, pero yo prefiero, por ejemplo, un par de Miguel Martín, de la cuadrilla de Fandiño, a todos los pares de Fandila.
 Los toros de Cortés complicados y algunos imposibles. El primero de Fandiño, mejor que el primero de Urdiales, pero mucho peor que el de David Fandila, el Fandi. Fandiño  sigue atascado tras la infausta tarde de los seis toros, pese a que el otro dia casi reconquista Las Ventas. Esas cosas dejan huella y Fandiño no debe perder la confianza en sí mismo. No puede habérsele olvidado torear; es cuestión de fe, de esperanza. De la caridad de los demás no debe esperar nada. Tiene garra y raza.
 Urdiales no logró darle un pase al manso de Cortés. Y si Urdiales no logró darle un pase al toro de Cortes, o sea Victoriano del Rio, es porque  el manso y áspero bicho no lo tenía. El siguiente toro fue mejor, encastado y con brío, pero cayó en la muleta de Fandila y se acabó. Yo creo que las carreras en banderillas de Fandi encandilan al personal, pero aburren y agotan a los toros.

 Un torazo guapo y de hermoso trapío fue el cuarto. Y Diego Urdiales anduvo aperreado. Cosa rara en el torero riojano que, más puro o menos puro, suele andar sobrado. Lo mató muy bien. Pero quizá Urdiales deba plantearse que no a todos los toros se les puede hacer el toreo puro y de sentimiento profundo. Una lidia de aliño, una lidia sobre los pies quizá hubiera sido más pertinente. También en esa circunstancias se puede ser torero grande.  

miércoles, 27 de mayo de 2015

SAN ISIDRO. (XIX); NI VUELTA AL TORO NI SEGUNDA OREJA



Castellazo y mala corrida de los Lozano
El tercer toro de Alcurrucén embistió de largo y por derecho. Pero yo creo que el presidente de la corrida, el señor Cano Seijo, se hizo la picha un lío y   confundió los pañuelos. Se equivocó en el azul de la vuelta al ruedo, que nadie había pedido; y se equivocó en el blanco de la segunda oreja que,  por la defectuosa colocación de la espada, podía haberse guardado con toda autoridad.
 Citó Castella en los medios para el  pase, los pases cambiados; espectacular apertura de faena: ceñido, ligando los muletazos, atornilladas las zapatillas a la arena, vaciando con una trincherilla o un pase de pecho. Esa fue la característica principal de una faena limpia a un toro limpio, claro y noble: ligazón, quietud y  muleta adelante bajando la mano en el embroque. Castella en un buen momento  que habrá de refrendar con los adolfos el día 4. Faena rotunda y estocada mala  y letal.
Ahí erró el presidente don Javier Cano; un sartenazo así invalida la segunda oreja. Un toro premiado sin emplearse en el caballo  cuestiona también la vuelta al ruedo. Con todo, hizo olvidar los dos anteriores que no fueron toros de lidia, sino un simulacro descafeinado y manso, como el resto de la corrida.  Toros de ritmo ovejuno, sangre aguada y casta vacuna, no toruna. Cosa impropia del encaste Núñez que tarda en calentarse, pero que cuando se calienta se calienta de verdad. O sea, la casta que ayer no hubo, excepto en el tercero. El primero pudo desgastarse en el encuentro con el caballo, pero sus andares cansinos y paseantes eran inherentes a  su condición de res de matadero. El segundo fue un torillo con poca plaza y con escasa presencia para las Ventas, la primera plaza del mundo.

El jaleado tercero  salvó el honor de los Lozano, como Morante de la Puebla quiso taparse con un quite y algunas pinturerías.  Pero eso no es taparse sino pegar el petardo. Julián López no pegó el petardo, pero los toros de sus apoderados le vinieron a contraestilo. Un quite soberano, echándose el capote a la espalda, quedándose gallardamente colocado, dando el pecho, abierto el compás dejó su marca de torero sólido y firme.

martes, 26 de mayo de 2015

SAN ISIDRO XVIII. EL SISTEMA: FIGURITAS Y TORITOS

Este es el toreo de hoy; este es el Sistema. Tan corrupto y arbitrario como el Sistema Político. Perspicaz fue Ortega y Gasset al establecer un paralelismo entre las corridas de toros y la sociedad española. A los novilleros de ayer, un  corridón malvado y manso, duro y viejo, de Montecillo; a las figuras de hoy los toros de Puerto de San Lorenzo blandos, claudicantes de trapío justo. Honor y gloria a Martín Escudero y Joaquín Galdós, en el hospital;  y honor supremo a  Francisco José Espadas, que hubo de matar seis toros sin quererlo. Lo hizo  con desahogo. Cualquiera de las figuritas, con perdón, de hoy estaría hasta las trancas con los novillos-toros de Montecillo. Puerto de San Lorenzo ya no es la ganadería que en tiempos pudo encandilarnos.
Esta reflexión primera, sobre el Sistema, es la única que merece la pena. El Sistema taurino es una mierda; como el sistema político. Contrapartida:  esto nos permite decir que ahora Francisco José Espada, el novillero que ayer mató seis toros por cogidas de sus compañeros, es un héroe. Los de hoy, simplemente figuras. O figuritas, con perdón. Ferrera, un gladiador con arte, languidece. Miguel Abellán se va sin brillos especiales después de tres tardes en la primera feria del mundo. Tener tres tardes en San Isidro es tratamiento de figura; no es una responsabilidad especial, sino un privilegio a cuya altura Abellán no ha podido estar. Y Daniel Luque es ese torero afanoso, muy bueno en la capa más sin acabar de romper. Fue figura emergente y hoy sigue siendo una promesa.
Entre la novillada de ayer y la corrida de hoy sería fácil hallar una metáfora político-taurina. Prefiero no hacerlo. Respondiendo a la demanda de algunos amigos iba a hablar de qué será de los toros si Manuela Carmena llega a alcaldesa de Madrid. Primero que llegue, lo cual no es seguro, y luego ya hablaremos.


lunes, 25 de mayo de 2015

San Isidro (XVII). MASACRE EN LAS VENTAS. ESPADA SE QUEDÓ SOLO

Duro el percance que en los primeros muletazos sufrió el neófito David Martín Escudero. El novillo del Montecillo volteó al novillero debutante con saña. Y mucho más duro el trance en que Joaquín Galdós, también debutante, voló por los aires y cayó de fea manera sobre el cuello. Sombras de tragedia, fantasmas que dejaron inmóviles a Nimeño y a Julio Robles anclados en una silla de ruedas. Los novillos, los toros,  de Montecillo diezmaron la terna y se quedó sólo Francisco José Espadas, novillero estrella de Madrid. Paró cuatro toros y mató seis.
 Esto sí puede llamarse una encerrona  y no porque matara seis toros, sino porque las trampas imprevistas del destino lo dejaron sólo frente a la adversidad. El infortunio de sus compañeros pudo suponer la fortuna de Francisco José Espada: seis toros para él solo en las Ventas; la oportunidad de su vida. La apertura de faena al manso y áspero cuarto fue de matador cuajado y con recursos toda la tarde. Y una izquierda dominadora  ante un toro manso  rajado y antipático.
Antipático estuvo don Trinidad al negarle la oreja en el quinto a Francisco José Espada. Mató de un bajonazo es cierto; pero la primera oreja es plebiscitaria, es propiedad del público aunque este se equivoque. Esa oreja, por otra parte, abría la Puerta de Alcalá. Y don Trinidad quizá consideró eso una violación del lugar sagrado. Puedo compartir  esa consideración. Pero Don Trinidad asumió funciones de juez cuando, en la primera oreja, sus funciones son únicamente de notario. Acepto que a don Trinidad no le gustara el espadazo caído; tampoco a mí.

Pero en circunstancias así el presidente se la envaina; eso es la democracia de la fiesta, la única que le queda al respetable público: pedir la primera oreja. No podemos romper las urnas si no nos gusta el resultado de los votos.  Había, además, razones sentimentales y de épica torera. Un muchacho, sin quererlo, se había quedado solo ante el peligro. Y manifestó una fortaleza mental insólita. Esas razones sentimentales y el buen toreo de Espada por la derecha desataron la pasión del público en el sexto. Pero todo el toreo técnico de Espada se estropeó con una desastrosa forma de matar. Había calentado al público al final de la faena con un arrimón por martinete; la plaza ardía. Pero Espada la enfrió con bajonazos infames que llevaron la desolación a los tendidos. Mayor desolación era la del chaval. No volverá a tener otra oportunidad tan clara de dinamitar los cimientos de las Ventas. 

domingo, 24 de mayo de 2015

SAN ISIDRO. (XVI). DOS OREJAS EN UN TORO PARA ABRIR LA P G


 López Simon, de la madera de los héroes.
Un pinchazo antes de la rotunda estocada cuestiona la oreja de Alberto López Simón que le abría la Puerta Grande de Alcalá. Si esa oreja no hubiera sido la llave, quizá nadie la hubiera protestado. Urge, por lo tanto, que la Puerta de Alcalá reclame la categoría de la Puerta del Príncipe: dos orejas en un toro para descerrajarla.  Es más fácil asimilar la oreja de cuché de Manzanares el otro dia que la oreja de hierro de López Simón  hoy.
Madrid, capital de la gloria; Madrid rompeolas de todas las Españas. Tres toreros jóvenes a la conquista de la gloria. Y solo uno lo ha conseguido. A Madrid venimos todos en busca de un lugar al sol: los aldeanos de Castilla para escapar del arado, los poetas con un manojo de metáforas bajo el brazo; periodistas cabalgando sobre viejas linotipias en desuso, pintores con el paisaje de sus tierras en la retina. Luego lo pasamos todo por el cielo velazqueño de Madrid y eso es la gloria. Madrid este gran poblachón manchego, no sé si da, si quita, si regala o expropia. Alcanzar Madrid es alcanzar un sueño; luego, a veces ese sueño se convierte en pesadilla. Pero esa es la historia.
En el ruedo de las Ventas tres toreros jovencísimos: David Galván, Victor Barrio y Alberto López Simón,  enfrentados a toros muy serios de las Ramblas; toros de afiladísimos puñales que buscan la femoral y, los más aviesos, la yugular de los toreros; de ellos se espera la renovación de la Fiesta y ellos esperan la gloria, esa gloria efímera de los cortijos, los coches de lujo, la admiración de las mujeres colgadas de los alamares de sus vestidos. Lleguen donde lleguen, se les apaguen las luces o se enciendan nuevas luminarias, han estado en Madrid en San Isidro,  han hecho  el paseíllo en el ruedo de los héroes.
Para David Galván la tarde es un mal sueño, le tocó el peor toro de una corrida aceptable de las Ramblas, el cuarto; cuando el primero lo prendió las astas  le silbaban como cuchillos en torno a la cabeza y el  cuello. Duro es  fiar toda la temporada, o la vida, a una tarde de Madrid, saber que el fracaso te vedará por siempre la Puerta Grande de Alcalá, esa puerta tan alta que lleva hasta las escaleras del cielo. No me atrevería a decir que David Galván y Víctor Barrios hayan fracasado; y tampoco puede decirse que vayan a ser figuras de la torería ni su contrario. Apostaron a un sueño, el que les permitieron, y el sueño se hizo humo. La vida no acaba en una tarde ni en un sueño.
López Simón  o el sueño cumplido; con sangre e incluso con lágrimas. También le silbaron las balas de los pitones y al matar a su primero un pitonazo cerca del estómago le dejó sin resuello. En la goyesca  del 2 de mayo cortó dos orejas de una tacada,  el toro lo rompió y lo mandó al hule. López Simón ha echado raíces en las Ventas: raíces de sangre y de torería. López Simón esta hecho de la madera de los héroes. La media embestida del sexto era para López Simón la dimensión infinita del valor; el lugar exacto de los terrenos y las astas. Vendrá ahora la discordia no de una oreja, sino de una oreja que abre la Puerta Grande de las Ventas, la primera plaza del mundo. López Simón merece ser retratado por Nekane Etxeverría, (40 retratos en la Sala Antoñete). Eso es ya una forma de gloria. Mientras tanto, con una inmensa e intensa ovación para López Simón, pido que se considere la propuesta: dos orejas en un toro para abrir la Puerta de Alcalá. Las Ventas no debe ser menos que la Maestranza.  


SAN iSIDRO (XV).VERDADERA HISTORIA DEL RABO DE PALOMO.


la gesta que no fue gesta.
Las corridas de rejoneo son un trámite de descanso en las tensiones isidriles de las Ventas. Cuando yo ejercía la crítica en El Mundo, (25 años 140 crónicas por temporada) donde sigo haciendo lo de teatro, las dejaba para  que se luciera el segundo. Segundo es en la jerga, el peón de confianza del maestro; en periodismo de toros no hay que fiarse: segundo es el que sueña con cortarle la cabeza al primero. Peter Pass un comunicador asiduo de tuiter me cita cerca de las Ventas, las Ramblas, para conocernos. Me llama Maese Villan y ese toque clásico me atrae, pero no puedo.  Gracias de todas formas. Hoy toca teatro y, de refilón, por el Plus, un poco de corrida. Puerta Grande, y a lo grande, de Leonardo Hernández, exhibición torera de Hermoso de Mendoza, cumbre en el quinto; y exhibición matarife: pinchó hasta la exasperación. Bohórquez es un clásico y cuando los clásicos se ponen plúmbeos se ponen de verdad.
Tengo información de primera mano, mis espías infiltrados en la Zarzuela,  de que, tras el elogio de ayer al retrato de los Borbones que Nekane expone en la sala Antoñete de las Ventas, la Casa Real ha enviado ojeadores clandestinos. Desde el retrato que les hizo Antoñito López andan mosqueados. Nekane los ha pintado mejor, palabra. Aunque con Antonio salían más almibarados, de puro cortesanos. Un detalle, la Infanta Helena volvió a las Ventas y recibió el brindis de Pablo Hermoso de Mendoza.
Han descubierto en las Ventas del Espíritu Santo un azulejo conmemorando la gesta de Palomo Linares, el  rabo que don José Antonio Pangua, presidente, otorgó a Palomo en San Isidro de 1972. Desde 1942  no sucedía tal proeza en las Ventas. De esa gesta escribieron Alfonso Navalón, Diaz Cañabate y   Vicente Zabala Portolés:
Cañabate ironizaba en ABC “el rabo, el rabo..El presidente lo concede. ¿Por qué no?. Qué es un rabo?. Cuatro pelos mal contados”.
Zabala Portolés, en El Alcázar, era más rotundo: “Madrid será una plaza más gracias al señor Pangua. La que un dia fue  primera plaza del mundo queda vejada por el capricho de un caballero que no ha sabido respetar lo único que quedaba: unas gotas de tradición y señorío”.
Alfonso Navalón en Pueblo no consideraba la concesión un capricho, sino un soborno. Afirmaba que el comisario Pangua habría sido recompensado con 500.000 pesetas. ¿Por quién?. No se sabe. Navalón era un recio debelador del toreo de Palomo al que entonces apoderaban los Lozano. Los Lozano, eso me parece que es seguro, llevaron a Pangua de Presidente de la plaza de Lima. Al dar la vuelta al ruedo con el rabo entre las manos, Palomo se encaró con Navalón y lo puso a parír. Quizá no sabía la que le esperaba en la prensa de Madrid al dia siguiente; ni en la andanada del 8 donde los abonados se presentaron luciendo crespón negro. Un velatorio.


viernes, 22 de mayo de 2015

SAN ISIDRO.(XIV) MANZANARES ROMPE EL MALEFICIO

Ver a Su Majestad Emérita  en las Ventas apoyando la Fiesta de los toros, me produce una tranquilidad imponente. Este Rey castizo ha hallado por fin la forma de hacer algo por este desdichado país llamado España  sin poner en peligro su estabilidad emocional. Lo acompaña su hija, la buena, la Infanta Helena. Y para una estricta moralidad monárquica, siempre  es mejor verlo junto a ella, en familia, que en cacerías de Estado y otras monterías regocijantes.
En la sala Antoñete, junto al patio de caballos, hay una exposición firmada por Nekane Etxeverría que recomiendo a Su Majestad Emérita y a la Infanta, séquito y la compaña.  Son retratos de toreros y de gente del toro y, naturalmente, entre la gente del toro está don Juan Carlos, su augusta madre y su augusta hija a la que el pueblo ya ha empezado a llamar la Chata, su antepasada que iba a los toros de Carabanchel y los poetas le hacían versos.
 Que yo sepa a doña Helena aun no le han hecho versos, pero la ha retratado Nekane y la ha sacado muy propia. La exposición es un gozo por el alarde técnico de una retratista de primera: 40 retratos. A mí no me gustan todos los toreros retratados, pero me gustan los retratos.
 En el ruedo, un cartel polémico y de tronío; las cicatrices de un guerrero, Juan José Padilla; la controversia cuché de Manzanares y la garra seca de Miguel Ángel Perera. Los toros del Pilar, con buenas condiciones, dicen, pero derrengados. O sea como yo, que tengo condiciones de velocista, pero por la cojera se me joden las olimpiadas.  A Padilla no lo incomodaron demasiado, mas a Perera lo llevaron por la calle de la amargura: cojos con mala leche. El viento atemporalado, sobre todo en el primero de Manzanares. La muleta era un rebuño enfurecido. Un riesgo, cierto;  en lo que va de feria no he visto a ningún torero empapar la muleta en agua, arrastrarla por el suelo para darle peso y  consistencia de  tierra mojada.

 Manzanares, lo de siempre: suprema elegancia, belleza suprema, supremo despegue. Y supremo bajonazo de juzgado de guardia. Parte de la plaza no le perdona que sea hijo de su padre ni que haya heredado parecidos trucos arropado en su elegancia. El dia que Manzanares se pase los toros por la bragueta, sin perder su elegancia, será un torero de época. Unos le aplaudieron y otros le silbaron. O sea, como en el poema lorquiano, “señores guardias civiles/ aquí pasó lo de siempre; /murieron cuatro romanos/y cinco cartagineses”

jueves, 21 de mayo de 2015

SAN ISIDRO. (XIII) GOLPE DE MANO DE CASTELLA.



Sevilla es a Romero, como Logroño es a Diego
El tablao  La Quimera, en colaboración con los hoteles NH, ha organizado el Premio Curro Romero “al momento más jondo, más flamenco”, de la Feria de San Isidro. Diego Urdiales brindó al Faraón de Camas y el Jurado de la Quimera, ávido, dijo: “este es el momento”. Pero no fue, pese a que hubo instantes  en verdad gloriosos y torerísimos, aunque no para premio. Hubiera sido bonita esa conjunción de una tarde mágica entre Urdiales y Curro. Aparte admiraciones recíprocas y diferencias de aroma y de pureza, ambos tienen algo en común: la fusión con sus ciudades respectivas: una comunión sagrada; Sevilla por Curro  y Logroño por Diego. Más cerca del Premio citado estuvo Sebastián Castella rotundo y compacto. Faena de ajuste y de precisión, aunque para el matiz de jondura que queremos darle al premio de la Quimera de Antorrín Heredia, quizá le faltara  pellizco.
 Si en los reconocimientos es imposible  calibrar la fortaleza de los toros, en el ruedo si es posible; suele ser una evidencia, menos para el palco presidencial. El primer toro de Núñez del Cuvillo estaba inválido. Y el sexo algo parecido. Debieron volver a los corrales; don Trinidad ahorró a la empresa dos sobreros, y a la vez hurtó dos posibilidades de triunfo. Flojos los toros de Cuvillo; igual los ásperos y rebrincados que los pastueños. 
Para Urdiales la posibilidad se aplazó al cuarto, en que hubo fulguraciones y relámpagos de pausada torería.  Hace tiempo que todas las tardes son históricas para Diego Urdiales; como torea poco, cada tarde es un hito, un paso adelante. Incluso las tardes poco afortunadas como  la de hoy. La estadística y Diego Urdiales son fuerzas divergentes. Diego Urdiales es la esencia. Y la esencia no se prodiga, hay que dosificarla. Luego está la cuestión de las jerarquías, del mando en el escalafón, de los tejemanejes de los despachos…
 Escribí una vez que Diego Urdiales es un torero de romance al que le falta literatura. La misma que les sobra a otros. De golpe la literatura, el periodismo hagiográfico y la loa se han despeñado  sobre la cabeza de Urdiales. El riojano  vive estos días una personal transfiguración en alas de la literatura. Sesenta escritores participan, participamos, en un libro homenaje. Demasiados escritores para un torero, aunque ese torero se llame Diego Urdiales. En 1985 Antonio Leyva y un servidor organizamos un libro para Antonio Chenel y, después de cribar entre todas las antologías no nos salieron más de 30. Treinta  poetas y 30 pintores. Lo más señalado un extraordinario poema de Claudio Rodríguez, el único poema taurino de su vida,  Entre la magia y la sabiduría.

Castella al asalto de San Isidro
Señalada queda la faena de Sebastian Castella que lo proyecta como posible triunfador de San Isidro; esta faena precisa, aunque sin temblor, denota sobre todo una actitud. Le queda dos tardes, una de ellas con los adolfos. Todo parece indicar que el francés ha planeado esta feria como un desafío en ascenso, como un privilegio de tres tardes escogidas para que San Isidro no se le escape. Otros se lamentan de que ese privilegio es un exceso de responsabilidad que lastra su voluntad.

 Talavante y su rara habilidad para convertir en arte  momentos desairado: verónicas en su primero; lleva dos festejos  y le queda uno para arreglar las cosas a su manera; a la manera sublime de Alejandro Talavante. 

miércoles, 20 de mayo de 2015

CORRIDA DE LA PRENSA, UN DESASTRE. ¿SÏMBÓLICO?

Los jandillas por el suelo
La Corrida de la Prensa resultó catastrófica, fiel a los últimos tiempos de la Asociación de los periodistas. Con todos mis respetos a la Asociación y a los diestros, este cartel -Miguel Abellán, el Fandi y Manuel Escribano- hubiera sido impensable, y rechazable, hace pocos años en la celebérrima Corrida de la Prensa. Hay cosas que ni el Rey Borbón arreglará nunca, aunque su presencia en la Corrida de la Prensa sea un gesto de gratitud. Fiel al pacto de la Transición, la prensa independiente y democrática de este país monárquico y juancarlista como Miguel Abellán, le ha tapado muchos marrones a su Majestad. De cualquier manera, gracias señor. Lo prefiero jubilado en un asiento   de   las Ventas, antes que reinando.
La corrida, pues, un desastre; los jandillas por los suelos y los toreros a merced del viento. Esto del viento empieza a ser una cuestión de Estado  para comentaristas cortesanos. Es un riesgo añadido, cierto; pero se han visto faenas memorables en las Ventas en tardes de viento memorable; eran toreros memorables.  Los mejores momentos de la tarde han sucedido cuando Miguel Abellán y Manuel Escribano descubrieron los terrenos donde el viento era menos maligno. Los papelillos, los terrenos, las tablas. Secretos de la técnica lidiadora.
Pero hay toreros incapaces de dar un muletazo en tormenta o en bonanza. Sólo que Madrid, la primera plaza del mundo, a unos mide de una forma y a otros de otra. Ejecutó ayer sus exorcismos de indiferencia contra el Niño de la Capea, hijo, y con eso queda purificada para posteriores sacrificios de tolerancia. Pedrito Gutiérrez no es mejor ni peor que el  80% de los diestros del escalafón, pero no le perdonan que tenga un apellido famoso, lo cual consideran un privilegio. Dejemos los apellidos en paz. Cada cual es hijo de su padre y de su madre. Y, si eso es un honor y una eficacia  en otros campos del saber, no veo por qué no va a serlo en el toro. Pedro Gutiérrez tiene la vida resuelta y un horizonte ganadero envidiable. Y sigue vistiéndose de luces frente a los toros y el escarnio del público. Adelante muchacho, mientras te dure la vocación,
Carlos Abella, el gerente ilustrado.
La programación cultural programada por él mismo está desbordando a Carlos Abella en las Ventas: salas Bienvenida, Cossío y Antoñete que es la dedicada a sala de arte propiamente dicha. Hoy, a la misma hora, homenaje multitudinario al infortunado David Mora y  presentación de un libro sobre Manolete de  don Pedro Ballester capellán del templo Santa Cruz de Caravaca durante 40 años. Manolete, la pasión de su vida.
Y la exposición de retratos del toreo, de Nekane, de la que soy comisario. Hubo división de opiniones. Todos con David Mora; y el resto, a repartir entre Manolete y los retratos. Algunos se descolgaron de Mora y Manolete y se pasaron a tomar los vinos de Nekane que pusieron las bodegas Arzuaga, la familia de la gran diseñadora universal Amaya Arzuaga. Los vinos, tan buenos como  los retratos de los cuales escribo, firmo y ratifico: “De esta galería  me gustan todos, pues a todos ha conseguido hallarles el vuelo de su alma y la hondura de la mirada. Todos tienen su mirada propia, que es donde el pintor se la juega; los ojos, los silencios del modelo…” . Teníamos preparada un gran fiesta flamenca para Nekane y Azpeitia; el Persa, Reza Jafari, de La Quimera, se lució con la guitarra.
Hablando de modelos, Cristina Gaviria, la bella protagonista de Diálogo con el vestido de torear -el año pasado por estas fechas y en esta misma sala- se ha enamorado y se casa. Océanos de lágrimas han empezado a inundar los campos de Iberia; hay  lamentos jeremiacos de los pacientes de la Asociación de la Prensa, donde  la señorita Gaviria ejercía la  fisioterapia, aunque cada vez menos. El amor no respeta ni siquiera el dolor de los minusválidos.  Felicidades, guapa.


lunes, 18 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (X-XI). LEYENDA SINIESTRA DEL CONDE DE MAYALDE

Dos orejas distintas
La oreja de Joselito Adame con los toros de Montecillo fue menos cruenta que la que acaba de cortar al novillo del Conde de Mayalde Posada de Maravillas. Una oreja fresca como fresca y vegetal fue la faena de Joselito Adame. Fue la única faena que vi esa tarde: oreja cruda, como el toro que se quedó crudo, vuelta y vuelta. Adame o la insurgencia; con tintes de guerrillero a lo Zapata. Adoro México. Bien el mexicano. Una oreja de ley a un toro que apenas se picó. Con garra aprovechó los vientos favorables del animal vientos a veces racheados, pues al bicho  como diría un castizo, no le hicieron sangre ni para un análisis. Esa oreja le permite a Adame seguir mandando en Madrid. Hubiera sido mejor que el toro cumpliese todos los trámites de la lidia, incluido el de varas. Lo cuento a petición de los amigos de Mexico.

El largo ocio con flamenco
En el largo fin de semana llené mi ocio de emociones flamencas y de poemas de la España Peregrina, “que callen los políticos y hablen los poetas”. Y que cante Antorrin Heredia y diga versos Sabela Hermida y baile Juan Ramírez, ilumine David de Loaysa y toquen la guitarra Antonio Reyes y  Reza el Persa. Y susurre el violín de Pavel Sakuta, el ucraniano de Kiev. Gasté mi ocio del Puente de San Isidro en Unir Espacio, Arapiles 16, donde Ignacio Amestoy pretende establecer un nuevo Actors Studio, aprovechando que William Layton enseñaba cerca.

Posada de Maravillas.
Tiene carisma el nieto de Juan Posada. Y arte. Y pellizco; una izquierda suprema. Y güevos. Ya tenemos candidato, uno entre los que vayan apareciendo, para el Premio Curro Romero, de La Quimera. Le faltaba el aire, se asfixiaba después de la paliza que le dio el novillo; se doblaba con el gesto dolorido y crispado mientras trazaba el muletazo pleno de personalidad y de sonrisa. Sonrie siempre. A Posada de Maravillas una cornada lo ha tenido fuera de los ruedos. Ayer, milagro fue que no volviera al hule. Volvió pero sin cornada. Entró en la enfermería por su pié pero mareándose. Un brindis por él, por Ambel y por toda la saga de los Posada empezando por su abuelo Juan  Posada, torero y escritor. Por doce naturales en Las Ventas, antes de caer herido, le pedían las orejas camino de la enfermería. Excelente escritor, me decía meses antes de su muerte; “cuando era matador tenía que pagar a los críticos; de crítico no me llevado ni un duro”. Hubiera gozado hoy con los naturales del nieto. Muchacho, sólo por ese ejemplo tienes que dejarte la piel; como te la estás dejando.
De esta Trinidad de novilleros, incluido Clemente que fue el menos agraciado, pueden salir los nuevos astros de la torería, el renuevo de la fiesta. Andrés Roca Rey, cuajado con un capote sublime y fantasioso. Cuajado en todo incluso en la forma de aguantar los pitonazos, tres en el quinto, el más bronco y enrevesado de una novillada inválida que llegó agotada a la muleta: uno a la ingle, otro al corbatín y el tercero a la yugular. ¡Que instinto asesino! Fue un gatillero del amanecer, un jefe de escuadra de matones, como dicen que era el fundador de la ganadería.

La leyenda sombría de Finat y Escrivá.
El Conde de Mayalde tiene dos leyendas razonablemente documentadas; una blanda como ganadero de bravo y otra dura como escuadrista del amanecer en la Guerra en la posguerra, premiada luego con la Alcaldía de Madrid. Como ganadero y como alcalde, el ingenio de Matías Prats le regaló un portentoso epigrama; “Mayalde ¿otra vez alcalde?/ Cosa rara entre las raras./ Será el único Mayalde/ que haya tomado dos varas”. Los novillos, en vez de varas, tomaban tierra quejumbrosamente, doblaban las manos y perdían el alma. Víctimas en vez de verdugos, salvo el sexto que reivindicó su origen. Recordando esa leyenda macabra y siniestra del Conde de Mayalde, don José Finat y Escrivá de Romaní hago un brindis por, Miguel de Molina, expulsado de España por “rojo y por maricón”.

viernes, 15 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (VIII). FANDIÑO RECONQUISTA LAS VENTAS.

Cuando yo estaba en esto, el día de San Isidro era Fiesta mayor en las Ventas; tan Fiesta Mayor que acostumbraba a hacer la crónica de la corrida en romance. Unos 180 versos rimados que salían solos. Una vez la hice en sonetos; uno para el paseíllo y uno para cada toro, aunque no recuerdo si fue el día del patrón holgazán y santo; dejaba arar a los ángeles mientras él oraba o se echaba la siesta, no está del todo claro.
Abellán cortó una oreja al primero y eso que podía haber puesto al público de su lado, lo predispuso en contra en el cuarto ante la posibilidad de una Puerta Grande que, probablemente, hubiera resultado premio excesivo. La Puerta de Alcalá ha de ser tan sagrada como la Puerta del Príncipe. Miguel Abellán estuvo aguerrido y con ganas de comerse las Ventas; no debe quejarse en exceso, sobre todo teniendo en cuenta que le han dado tres corridas, tres, en las Ventas del Espíritu Santo. Ivan Fandiño, en el toro último de la tarde hizo más méritos y el presidente le negó la oreja que el público pedía.
Otra cosa es que después de un pinchazo, una estocada y dos avisos bordeando el tercero esa petición estuviese justificada; pero haberla la hubo, quizá una petición sentimental por el volteretón que lo dejó momentáneamente sin sentido. Lástima; había quedado yo con unos amigos en ir al tablao la Quimera donde Antorrín Heredia cantaría un martinete o una soleá por cada oreja; Juan Ramírez bailaría un zapateado, Pavel Sakuta haría un solo de violín, como el solo de trompeta de Nerva. Y Reza (El Persa), le sacaría a su guitarra lamentos y alegrías. La Quimera está en la calle Sancho Dávila, muy cerca de donde estaba el Sanatorio de Toreros.
Miguel Abellán iba de blanco, que es el color de la pureza y de la inocencia. Las manchas de sangre del vestido son la marcas del esfuerzo y la decisión; sangre de toros más bonitos que encastados, más astifinos y armados que embestidores. El mejor Parladé del encierro fue el sexto, que reconcilió parcialmente con Madrid a Fandiño. No hubo oreja, pero el torero de Orduña, maldecido por algunos que antes lo bendecían, empieza a salir del abismo. Tendrá que volver a ganar no solo el afecto de los tendidos de las Ventas, sino la neutralidad de una parte de la prensa, antes adicta.
Miguel Ángel, vulgar con unos Parladés vulgares. Y cuando dos vulgaridades se unen, resulta la vulgaridad absoluta. Y la vulgaridad en toros es más vulgar que en ninguna otra cosa del mundo.
Y a todo esto, el viento, el puto viento, ese marrajo suelto que embiste contra la bandera y desgobierna muletas y capotes. Contra eso, lo normal es encerrarse en tablas para capear el temporal; mas esa parece estrategia olvidada. Esto se va al carajo, pese a la oreja de Abellán protestada por el sector más severo de las Ventas. Y se va al carajo no por culpa de europeístas, nacionalistas perversos y ecologistas de pelaje vario. Culpa del viento, pues el sistema es inocente, justo y benéfico y no tiene culpa de nada.


Cubran las ventas de una puñetera vez sin que se caiga el andamiaje antes de inaugurarlo y dedíquese el histórico ruedo a bailongo, velódromo, circo, cancha de basket... ¡Puto viento!

jueves, 14 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (VII) CORNADA TERRORIFICA

Rara tarde. Ni estoy en las Ventas ni frente al televisor. Estoy en el teatro Unir diciendo versos, escuchando cante flamenco. Estreno de Hablando de España; cuatro días. Y quedan tres. Festival Chamberí de Unir Espacio. No soy actor ni pretendo serlo, pero me han liado. Pilla esto de las tablas. Sobre la corrida me pasa lo que dicen que hacía Bódalo; estaba haciendo un Chejov y por el pinganillo escuchaba el resultado de un partido del Real Madrid. Pues eso. Escucho por el pinganillo. Me cuentan gran faena de Jiménez Fortes; Chuco y José Luis Blanco, los boticarios, buenas fuentes. Si no me valen, recurro a Carlos Ilián o a Emilio Martínéz, Diario Crítico. Linea dura de la crónica taurina
Bien la representación: la España Peregrina. Amigos, por supuesto en el patio de butacas, un dia de puente solitario: Ignacio Amestoy, Esperanza D'ors, Carlos Alvarez, poeta al que dieron cárcel las Españas; Gonzalo Santonja, director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y una autoridad en los poetas del exilio; Cristina Cerezales, Toni Custodio, Casimiro García Abadillo, director de El Mundo en funciones. A Abadillo lo conocen en todos los teatros; es un asíduo desde hace años. Y Juan Pastor, que tiene en el Español El año del pensamiento mágico, una dirección de orfebrería, como siempre, con Jeanine Mestre. Interpretación colosal. Tengo pendiente la crítica. Y Teresa Valentín, Isabelle Stofell, qu, después de  La rendidión, sigue soñando el papel de su vida, cual pueda ser no lo sé; A Isabel Prinz le gustaría hacer otra vez la deliciosa Valentina de Sublime decisión, de Miguel Mihura; Zutoia Alarcia, la mejor Ulalume, de Alfonso Sastre que dirigió Pérez de la Fuente. Montaje memorable, con Chete Lera y escenografía de David de Loaysa, su debut recién salido de la RESAD, director hoy de Hablando de España. Loaysa ha hecho un montaje todo blanco, todo luz, con el contraste oscuro de mi cojera "haciendo de poeta". Saludo a Alvaro Sáenz de Heredia, director de cine y televisión. Prepara un musical cobre José Antonio Primo de Rivera: Mi Princesa Bibesco, los amores de José Antonio con la Princesa Roja. Y la amistad del fundador de la Falange con Azaña, García Lorca, Indalecio Prieto. ¿Y Franco?. Sería interesante que mostrase la verdadera faz de Franco respecto a la Falange.
Es una experiencia esta de ser actor de un texto más o menos propio. Unas copas con la compañia. Ni siquiera para ponerse calamocano. Llego a casa. Lo previsible, te divierte esto de la farádula. Ana la mujer ilustrada y paciente que me acompaña desde hace cuarenta años, nunca sabrá los límites de Valle Inclan, aunque sabe los míos. Cuarenta años no dan lugar a controversias.

Contemplamos estupefactos la cornada navajera de Jiménez Fortes: terrorífica. A punto de rebanarle la yugular. Llamo a la Quimera de la que hoy faltan Antorrín, El Persa, Juan Ramírez y Antonio Reyes. Antorrín ha cantado estremecido: "ni el torero mata al toro ni el toro mata al torero" (Bergamín). Esta vez el toro de Salvador Domecq por poco mata a Jiménez Fortes,

Chuco Varona: la cornada horrible. José Luis Blanco, igual. Siguen descorchando botellas hasta que lleguen Antorrín y Sabela que no llegaran. Yo me acuesto. No estoy calamocano pero puedo llagar a estarlo. Terrible cornada y a uno se le quitan las ganas de todo. Incluso las de abrir otra botella. Eso lo estarán haciendo por mí los boticarios en la Quimera. "Te canto a tí madre España", letra flamenca, España Peregrina. Hasta el domingo en Espacio Unir. Calle Arapiles, 16. Madrid.

miércoles, 13 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (VI).EL EROTISMO EN LOS TOROS.

Los heraldos negros; todavía no; pero, como los de Cesar Vallejo, anunciándose. Doy plantón a Ernesto Caballero a la Puerta de Arrastre de la Ventas. Viaje urgente a la familia lejana. Desde Valencia me llaman Manuel Mompó, Francisco Puchol y Juan Echanove que da una conferencia en el club Brosseta, catedrático, hombre de bien, asesinado por Eta. Juan me manda el texto de la conferencia: ¿Es el teatro que hacemos el que queremos hacer?. No. Antes de leer el texto, rotundamente no.
Esther Alvarado resume en un magnífico titular de el Mundo todo el espíritu integrador de Hablando de España, oratorio poético flamenco que he hilvanado en torno a la España Peregrina bergaminiana: Poemas de siempre para vertebrar España. De paso me recuerda un artículo que le prometí sobre un tema que nos gusta a los dos: Mujer púbica y mujer púdica. Otro día; cuando no haya nada que contar de la corrida. Veo el festejo en el Plus pasadas la diez. Mis amigos madridistas siguen colgados del televisor.
Lo primero pedir disculpas a Ernesto Caballero. Lo segundo decir que Talavante ha estado muy bien en el tercero; los naturales, la izquierda personalísima de Talavante, en estos momentos mucho mejor que la del Cid. Juan José Padilla atlético en banderillas. Los toros del Ventorrillo poca casta, y poca fuerza hasta el tercero. Manejables, que se dice; lo cual no es decir nada. Y después del tercero, más o menos. Si esto sigue así no voy a tener más remedio que echar mano del artículo Mujer púdica, mujer púbica.
Dicen que los toros es un espectáculo de gran contenido erótico, un espectáculo de mujeres hermosas y pulsiones de sexo incontrolables. Pudiera ser. Hay ejemplos a favor y en contra. Algunos en la estocada han visto el gesto viril de la penetración. Y cuando los toreros fallan con la espada, como en ocasiones ocurrió ayer y ocurre muchas tardes, dan el gatillazo; como los mejores amantes. Otros, en cambio, Edmundo D, Amicis entre ellos, ven a los toreros como bailarinas ambiguas y de dudosa feminidad. Bien Talavante, torerísimo. Y eficaz con la espada. O sea.
Hay mujeres púdicas, o sea pudorosas, y mujeres púbicas que suelen ser todo lo contrario; mujeres púnicas, o sea cartaginesas y mujeres públicas que son otra cosa y nada  tienen que ver con las púdicas y las púnicas. De todo hay en las plazas de toros. Pablo Neruda tenía siempre en la mente a las mujeres impiamente púbicas, de pubis ralo o frondoso da lo mismo, selvático o de paramera. Lo que le importaba era el territorio sagrado, el púbis, por su propia esencia, al margen de su frondosidad. Si no, cómo podría haber escrito, ¡ah las rosas del pubis, ah tu voz lenta y triste!. Territorio sagrado es el que pisa Talavante. Ceremonial de la perfección y la plaza más exigente del mundo en el bolsillo del chaleco. Va a por la cabeza del escalafón, al número uno sin discusión.

Neruda es la única solución en estas cuestiones de la poesía. Y de los toros. Tras el tercero lenta y triste transcurrió la tarde, toros ruinosos, toreros ausentes, menos el tercero: un oasis. Y un gozo a Talavante. Este diestro llegará lejos, más lejos de lo que muchos auguran. Independiente, libre, imaginativo sin retóricas. Torero.

martes, 12 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (V). PACO UREÑA; ROTO POR DENTRO Y POR FUERA

Javier Castaño ha roto una cuadrilla compacta que le robaba plano y autoridad con sus pinturerías. David Adalid se ha ido con Morenito de Aranda con el que banderillea muy bien y lidia muy mal. Lo ha sustituido Angel Otero que también banderillea con autoridad. La estrella sigue siendo Fernando Fernández y Marco Galán se desenvuelve con dignidad. Ser banderillero es algo importante. Sin ir más lejos Manuel Machado hubiera preferido ser “antes que un tal poeta, un buen banderillero”.
Tito Sandoval es otra estrella y se agarró en un soberbio puyazo. Brazo fuerte y el palo arriba: vara de detener. Aflojó antes de tiempo y el de Pedraza de Yeltes lo descabalgó con estrépito. Debió esperar el quite antes de confiarse. Los toros salmantinos nobles, bajos de casta e imponentes de lámina y trapío. Acabaron parándose antes de tiempo. José Ignacio Sánchez fue la mejor izquierda salmantina; malogrado. Es el alma de la ganadería de  Pedraza de Yeltes. Los toros de hoy tenían cuerpo, cuerpazos de toros, pero carecían de alma.
Paco Ureña o la raza de gladiador. Tan seco de cara y de expresión como su toreo. No se parece en nada a otros toreros murcianos, más vegetales, más de manantial fresco y risueño; ni al pintor Pepe Lucas, todo alegría y color mediterráneos. Ureña es más seco que un palo, pero tiene por dentro la lírica de la cultura más vieja del mundo. Esto se ve mejor en el Plus. No lo digo por hacerles propaganda, sino porque es así. Cada vez me hago más de sillón o sofá, barrera o contrabarrera. Algo parecido hacen los críticos en la sala de prensa de las Venas a partir del tercer o cuarto toro.
Paco Ureña se fue a la enfermería acuchillado, no sin antes advertir; “tendrían que matarme para no salir a matar el quinto”. No lo mataron y por lo tanto volvió a matar no el quinto, sino sexto que por poco le arranca la cabeza en una cogida espeluznante como la anterior. Paco Ureña se fue del ruedo, magullado y ensangrentado y con el mismo estoicismo perplejo con que salía de las cornadas que le tiraron los toros.

El capote de Juan del Alamo; solemne, preciso e inspirado. La escuela salmantina de Santiago Martín, del infortunado Julio Robles. Juan del Alamo tiene a veces penumbras rondeñas y otras veces destellos sevillanos. A eso es a lo que yo llamo Escuela Salmantina. Con mayúsculas. Se le rompió la racha de orejas en las Ventas; pero eso importa poco, son meras estadísticas. Lo que importa de verdad es que el horizonte torero de Juan del Alamo sigue siendo muy amplio.

lunes, 11 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (IV).LA OREJA DE LA VENGANZA Y EL DESESPERO

Meditaba yo sobre la contingencia del ser humano y sobre las incongruencias de la vida, cuando el cuarto novillo cazó a Gonzalo Caballero y le dio una paliza tremenda. Ciertamente los toreros, sean bisoños o precoces, son de una raza especial; tienen carne de perro. Aunque tengan el alma frágil para la injusticia y sean débiles ante el agravio.
Gonzalo Caballero, al finalizar la lidia del primero, se cabreó con el presidente porque no le dio la oreja que le había pedido mayoritariamente el respetable. Esas cosas se ven mejor en el Plus que en la plaza, el cabreo, la palabrota justiciera. No es publicidad: de continuar en el Plus Javier Diez de Polanco, podría serlo; por mamoneo amistoso o por buscar una sinecura; este elogio es una constatación; lo que se llama una obviedad; técnicamente en el Plus las retransmisiones son impecables.
Si no estás de acuerdo con los comentarios, pues quitas el sonido y santas pascuas. Eso es la democracia que, en el toro no existe aunque creamos que sí. La única democracia para el aficionado es sacar el pañuelo blanco o insultar al presidente. Ni siquiera tiene la garantía de que su petición de oreja, pueda ser atendida. Ahí acaba todo. Más o menos como en la democracia política: votar cada cuatro años y nada más. Gonzalo Caballero dijo que en esto del toro le han hecho muchas putadas, que le jodían la alternativa o le robaban una oreja. En el colmo del cabreo afirmó: “no merece la pena seguir en esto”.
Mal debe de estar esto cuando un novillero puntero, aspirante a todo, expresa esa dramática protesta. Luego, tras la paliza y con el cuerpo magullado, Caballero tiró la muleta, se encunó y metió brazo y estocada como Dios le dio a entender. Arrollado, pisoteado, hecho un Ecce Homo, Gonzalo Caballero rescató de las garras del presidente la oreja que le había birlado antes; a él y a la voluntad popular que, en la primera oreja, es soberana.
Pero así no se mata, eso también es obvio y es un gesto de desesperación. Se mata echando la muleta a las pezuñas, cruzando y saliendo limpiamente por el costillar. “A quien no hace la cruz se lo lleva el diablo”, escribía Bergamín. A Gonzalo Caballero no se lo llevó el diablo; lo dejó para el arrastre pero con una oreja en las manos, que es el mejor remedio contra el maligno.

Novillos de El Parralejo serios; más serios y con más plaza que muchos que saldrán al ruedo de las Ventas en este mes. Eso lo decimos siempre en todas las novilladas de Las Ventas. Y lo malo es que siempre  tenemos razón. También decimos que los novilleros llegan a Madrid muy placeados, con maneras de matadores. O sea que han asimilado precozmente los trucos de las grandes figuras a las que admiran y aspiran a suceder; verbigratia Fernando Rey, muy puesto, muy elegante; y Francisco José Espada sobrado de fondo y forma.
Fernando Rey brindó a don Máximo Garcia Padros, cirujano jefe de las Ventas, que le operó en una situación no sé si límite, pero sí muy comprometida: “Saber que está usted ahí nos da tranquilidad. Usted y su gente nos salvan la vida”. ¡Olé!

domingo, 10 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (III). MANSADA INFAME Y DESCASTADA DE VALDEFRESNO

Me había olvidado de lo incómodas que son las plazas de toros; lo dura que es la piedra aunque lleves cojines de plumas; lo altos que son los escalones que te empujan al abismo. La solidaridad de algunos aficionados, su fortaleza afectuosa me ayuda. El Dios Tauro se lo premie. Momentos de tedio mortal y momentos de grandeza; por ejemplo, Eugenio de Mora; le falló la espada en el primero, pero se redimió en el cuarto con un estoconazo defectuoso. Hace años Eugenio de Mora pudo ser alguien en esto; si sigue por la senda de ayer, pero con toros encastados, no con carneros, puede empezar a pensar en ser lo que no llegó a ser.
Me esfuerzo por transmitir optimismo a dos amigos argentinos en la primera parte de la corrida. A Verónica Parizzi, teatrera de buena ley en El Umbral de Primavera, y a Daniel Castelo, periodista, que pisa por primera vez una plaza de toros, les ha impresionado el ambiente; son neófitos y de la escuela de Calamaro, me parece. Desde el primer momento trato de captarlos para la escuela de Valle Inclán. Dice el gran Valle, -acaso el único del 98 que admiraba a Belmonte y las corridas de toros- por boca de don Estrafalario en Los cuernos de don Friolera: “si nuestro teatro tuviese el temblor de las fiestas de toros sería magnífico. Si hubiese sabido transportar esa violencia estética, sería un teatro heroico como la “Iliada”. Quizá de aquí nace la afición de los cómicos a la Fiesta. Van una vez y se enganchan. Esta semana la tengo ocupada en llevar cómicos a las Ventas.
Héroes homéricos ayer, pocos. Ni siquiera el resucitado Eugenio de Mora, ni siquiera la perfecta caligrafía de Morenito de Aranda, el héroe del 2 de mayo, más academicista que enrazado como el día del aniversario de la francesada. Mal puede enrazarse un torero cuando delante tiene toros sin raza como los de Valdefresno: una mansada con sangre de ovejas, solo les faltaba el balido lastimero y lamentoso. Sin casta, sin fuerzas y con el trapío justo, justísimo para las Ventas. Pero esta plaza hace tiempo que está anestesiada, incluido el belicoso tendido del 7. El sobrero de El Risco, procedencia Aldeanueva, creo, tuvo un poco más de chispa; la que necesita un torero como Morenito para lucir sus virtudes de artista poderoso y dominador.
Cumbre de Morenito quizá poco valorada: una tanda soberbia de naturales y otra de redondos encerrado en tablas de chiqueros, en los terrenos de la asfixia y el despeñadero. Esto me gustó más que el intermitente perfeccionismo del quinto. Pero la plaza ayer estaba un poco esquizofrénica y bipolar
La guerrilla mexicana estuvo representada ayer por Arturo Saldívar. Nada especial salvo el florido toreo de capa, los fuegos artificiales y los juegos florales de serpentinas, revoleras, saltilleras, etc..

Agradezco de nuevo la acogida que está teniendo el nuevo diseño (David de Loaysa, otro teatrero) del blog cronicastaurinas con la Quimera de fondo. Ninguno de los toreros de ayer toreo por soleares, martinetes ni seguiriyas, como canta El Pescao o Antorrín Heredia. Pero Eugenio de Mora y Morenito de Aranda  debieran salir relanzados de la primera plaza del mundo, si las Ventas siguiera siendo la primera plaza del mundo. Con Diego Urdiales, y a falta de que Ivan Fandiño se sobreponga del petardo de los seis toros, debieran ser cartel de todas la ferias de Iberia.

sábado, 9 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (II). GARCÍA PADRÓS Y LA SANGRE DE LOS TOREROS.

El fondo es la forma y a la viceversa. Por eso celebro la acogida que ha tenido el nuevo blog con bello diseño de David de Loaysa, teatrero y ambiguamente taurófilo: toros y flamenco, la Quimera y las Ventas. El reclamo es la forma; el fondo ya lo pondré yo.

Paco Ureña.
Los toreros pobres no tienen suerte. Paco Ureña tiene el gesto seco de quien se deja la sangre cada tarde que torea, en el ascenso a la gloria de los carteles. Tuvo la gloria en las manos y todo se fue al carajo con la espada: bajonazo y montones de descabellos. A su toreo de oro y de aroma se le negó el premio de la casquería. Se habían producido las conjunciones astrales precisas para el éxito: un gran toro de Fuente Ymbro y un torero de verdad. El ensabanado nos recordó en algunos momentos aquel toro de Osborne que inmortalizó Chenel. Luego en el quinto, las órbitas de los astros fueron cada una por su lado. Mal toro.
Vi muchas corridas con un gran pintor murciano, José Lucas, y por eso aprecio a todos los toreros de la huerta. En cuestión de toros y de pintura donde Pepe Lucas pone el ojo pone la bala.
El Payo no sé si es pobre o si es rico, es mexicano. Y eso ya es un capital de desparpajo, arrojo y arrogancia ante el toro español tan distinto del mexicano. Hace años, cuando iba embalado, lo frenó una cornada. Ayer le frenó su discurso la espada en el tercero y la ruina del sexto, convertido en escombros por una voltereta y un puyazo asesino. Fin de fiesta; sensación de tedio, aburrimiento mortal.

La autoridad moral de un médico.
Formidable entrevista de Ignacio Amestoy a don Máximo García Padrós en El Mundo. Dialogando con el cirujano de las Ventas he llegado al dolor de los toreros, al fondo del dolor. Y por lo tanto a la relativización de la crítica taurina. Dialogué más con el doctor Aragón, sobremesas largas en Valencia. Los toreros llaman ángeles a estos hombres que anudan las arterias por donde se les escapa la vida. Y se establece una unión indisoluble entre el torero salvado y el médico salvador. Hasta que murió el doctor Aragón que le salvó la vida, José Miguel Arroyo Joselito seguía durmiendo en su casa. Como si fuera la enfermería de la plaza.
Por eso causa inquietud escuchar de persona tan ponderada, que después de lo de AguasCalientes, el otro día, en la vuelta al lugar del crimen, JT ni siquiera dio los buenos días a los médicos que le salvaron. AguasCalientes por las nubes y el mito que se derrumba. Contribuí en grado sumo al surgimiento del mito, hoy discutido salvo por la secta tomista. No me arrepiento. Pero me pregunto si no hemos creado una divinidad, que es una variante de la paganidad inclemente. Amestoy no es aficionado a los toros ni falta que le hace. Es un dramaturgo, un periodista que pregunta. Y obtiene respuestas.
Lo de Aguascalientes no es la única ocasión en que un torero estuvo a punto de morir. Como decía en cierta ocasión Luis Francisco Esplá, “todos los toreros derraman su sangre, pero la sangre de algunos parece inundar toda España”. Un toro le había destrozado el pecho y un revolcón de JT se llevó todos los titulares. García Padrós ha puesto AguasCalientes en su punto exacto.
Recuerdo; Cesar Rincón estuvo clínicamente muerto en Palmira y salvó la pierna por los pelos. A Jaime Ostos le dieron el santóleo dos veces; el bravo sevillano conserva los certificados de los curas. Emilio Oliva estuvo más allá que acá y de ello puede dar fe el propio García Padrós. Y así. O sea que hay más cosas que el fetichismo de AguasCalientes. En lo taurino, remito a la crónica de Amanda Isa (Borja Ilian), en Marca; a lo que me escriben mis amigos mexicanos y a retazos sustraídos de vídeos clandestinos. En lo humano me remito al doctor García Padrós. Si me queda tiempo y ganas escribiré mi cuarto libro sobre JT. Ya tengo el título: "JT, de conciencia ética a estrategia financiera". Solo falta escribirlo.

viernes, 8 de mayo de 2015

SAN ISIDRO (I) CORRIDA MANSA Y OREJA PROTESTADA

Razones de un premio.
La Quimera, tablao flamenco, ha establecido en colaboración con Hoteles NH el premio Curro Romero, al “momento más jondo de la Feria de San Isidro”. Por tal se entiende una faena, un quite, un par de banderillas, una estocada, un puyazo o cualquier otro detalle. Las razones del galardón están muy claras; resaltar la hermandad histórica y esencial del cante y el arte de torear. Falta que, al igual que ha ocurrido con el flamenco, se reconozca al toreo como bien inmaterial de la humanidad.

Primera de San Isidro.
Joselito Adame brindó el primer toro de la Feria a su Majestad el Rey Felipe VI. Pepe Moral y Juan del Alamo también brindaron. Un gesto de cortesía por el apoyo que la presencia del Monarca en Las Ventas puede suponer para la Fiesta en momentos de tribulación. A lo largo de estos días trataremos de analizar el origen de esas tribulaciones. En toros, como en todo, no todo es lo que parece. Valen los gestos de los toreros y vale el gesto del Rey. Yo lo que pido y exijo a los reyes es que sean justos y benéficos. Que les gusten o no los toros es lo de menos. Fernando VII creó Escuelas de Tauromaquia y ha sido el peor gobernante de España de todos los tiempos. Por ejemplo, Majestad, ignoro si usted sabe o no sabe de toros; pero Pepe Moral estuvo firme y torero en un toro por el cual ni el torero ni nadie daban un alamar. Pepe Moral ha estado siete años sin venir a Las Ventas y puede, tras naufragar con la espada, lo condenen a otros siete de ostracismo. Tarde responsable, de torero cabal que acaso no le sirva de nada.
De momento conviene que las figuras españolas y también las  mexicanas se enteren de que existen estos toros: toros con cuernos. Y con genio y con mansedumbre alevosa como la que echaron ayer los Hermanos Lozano a las Ventas. El sexto, por poco le rompe la madre a Juan del Álamo, el torero que mejor entendió las adversas condiciones de los animales. Se descubrió, el toro se le vino al pecho y el volteretón fue tremebundo. Antes le había cortado al tercero una oreja discutida y con razón, pero no de casquería. Yo no diría que fue una corrida imposible. Fue una corrida para lidiadores que, en conjunto, fueron más bravos que los toros.