miércoles, 3 de junio de 2015

BENEFICENCIA. PETARDO DE VICTORIANO Y LAS FIGURAS.


 Beneficencia; ¿a beneficio de qué y de quién.
Nota previa para Antonio Garrigues Walker: te pillé. Te vi en un  tendido de las Ventas, como un dia descubrí a Paco Umbral, otro antitaurino que, desde entonces, me pedía que lo acompañara a la Corrida de la Prensa para hacer pasarela. Se dio cuenta que en una plaza de toros Javier Villán era más importante que Paco Umbral, que los aficionados me pedían autógrafos sobre mis críticas; y decidió  que hacer pasarela no le servía   de nada. Y se acabaron las corridas. A partir de hoy, espero discutir de toros con Garrigues Walker, jurista, poeta y autor dramático,  con la misma civilizada pasión con que hablamos de marxismo, liberalismo y teatro. De momento, le recomiendo a Garrigues el libro de Tierno Galván Los toros acontecimiento nacional, que Paco Umbral se sabía de memoria.

Carmen, la cigarrera de Távora.
Ayer, aburrido de la semana torista me fui al teatro Compac Gran Vía a ver Carmen, de Salvador Távora, que fue torero y cambió la Puerta del Príncipe por la gloria de La Cuadra, nombre sagrado del teatro español de la segunda mitad del siglo XX.  Carmen, la cigarrera subversiva. Acabará San Isidro y podrán ustedes ver este espectáculo magno: cornetas, tambores, cante grande y baile grande. O manden a la mierda estos simulacros de corrida y vayan a ver la gran verdad de Carmen, la cigarrera. La sensibilidad del palco de Canal Plus tiene una estrella en María Távora. Y en el Mistela, otra  estrella del baile.
 La gran Semana Torista de la Feria de San Isidro esta siendo un fracaso. Y la corrida de Victoriano del Rey, Beneficencia, en la que las figuras ponen sus complacencias fracasó también. Muy seria y muy pastueña y muy mansa y muy grande y destartalada, no arregló nada; un buen toro, primero, fue un espejismo.  Corrida de Beneficencia   ¿a beneficio de quién o de qué?

Cadáveres políticos en el palco Real
En el palco real la Infanta Helena, la infanta buena y torera, acompañada de dos cadáveres políticos; el ministro de Cultura señor Wert y el presidente en funciones de la Cam, don Ignacio González y, además de cadáver, bajo sospecha de chanchullos  inmobiliarios. Alteza cuide las compañías; algunas marcan.
A la espera de las corridas que faltan, Victorino y Adolfo salvadnos de la desesperación; breve resumen: los de Iban, nada; los Pablo Romeros quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras; los Cuadri, como los toros de Guisando en grande y en pedernal parado. Ignoro si  Fernando Cuadri, un caballero, un ganadero cabal sigue criando jilgueros y canarios, su afición segunda tras el toro de lidia. Si la ganadería sigue con esta deriva, mejor le valdría volver a los jilgueros.

 Pero escrito está; cuando veas los toros de Cuadri mansos y descastado sin un pase, es  que se acerca el final de los tiempos. Vi la corrida por Plus avanzada la noche.   Siempre tengo la esperanza de ver en el palco de comentaristas  el fervor que Caballero y Muñoz me suscitaron como toreros. Es otra cosa. Ni pueden ni deben ser críticos. Si yo escribo hoy que el mano a mano entre Perera y el Juli no ha dilucidado el cetro porque, a lo peor, no hay cetro que dilucidar, los aficionados me sacan a hombros. Lo dicen ellos, Muñoz y Caballero,  y les cortan los güevos.  

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