Cincuenta años de una Peña Taurina.
Fastuoso. Homérico, que decía el clásico. La Peña El Rescoldo
ha cumplido 50 años, lo que dura más o
menos un régimen, un régimen taurino quiero decir. O sea, que estamos en época
de transición; todo el mundo del toro peregrinó a Colmenar Viejo para brindarte
un toro: Ponce, Rincón, Ortega Cano, Iván Vicente, el Puno…..Medio
escalafón, algo menos, además de la
casta burocrática y esencial de apoderados, empresarios y ganaderos. ¡Va por
usted, don Maximo! Y por Ana
María, Maxi el de la maxipedia y por Lucas,
hoy apartado a otros menesteres periodísticos; siempre dije, y escrito está en
la dedicatoria de alguno de mis libros, que Lucas Pérez era un segundo con categoría de primero aunque lo de
segundo no le gustaba mucho: sois no solo una familia, sois una saga.
Empecé a ver toros en
Colmenar casi a la vez que nacía El Rescoldo. Después de Barcelona, mi patria
taurina es Colmenar Viejo. Metido a escribir de esto por decisión,
incomprensible entonces, del director del Mundo ya no tuve patria porque, en
cierto sentido, el cronista de toros es un apátrida; puede permitirse el pase
cambiado, pero no debe permitirse querencias ni sentimentalismos. En cambio ahora en Colmenar tengo una casa
que no tenía entonces, lo cual es mucho mejor.
Momentos de tribulación
Aunque ya lejos de esta cosa de los toros, percibo que en la
Fiesta se acentúan momentos de tribulación.Me niego a aceptar que la Fiesta vaya a desaparecer.
“Esta es la fiesta española/ que viene de prole en prole./ Y ni el
gobierno la abole/ ni habrá nadie que la abola”, dice una coplilla; pues eso.
En tiempos de
aflicción no hacer mudanza, decía Ignacio
de Loyola, torero en sentido estricto en la plaza de Azpeitia y torero de
alta escuela en el noble arte de lidiar con el amor mundano y carnal. Pero
necesario es mudar, renovarse sin perder los fundamentos, adaptarse a los
tiempos sin perder la propia esencia.
Yo quiero creer que esa letrilla citada será así hasta el
final de los tiempos. Pero no hay que fiarse. La Fiesta tiene enemigos
internos, las pulsiones mercantilistas de autodestrucción que la sacuden de vez
en cuando, más peligrosos que los europeístas y soberanistas. Incluso más
peligrosos que Podemos. Pongamos primero en orden la casa y tiempo habrá de
poner en orden lo demás.
Necesidad de una Transición. De Tierno a Carmena.
Parece ser que Manuela
Carmena ha suprimido la subvención de 135.000 euros a los toros en Madrid.
Estamos en una sociedad de libre mercado y los toros deben autofinanciarse, con
las exenciones fiscales pertinentes y todo tipo de protección, como una de las Bellas Artes. ¿Dónde iban a
parar esos 135.000 euros?. De todas formas hay que decirle a Podemos y
sucursales que un exceso de intervencionismo atentaría contra la libertad a elegir de todo ciudadano.
Si como parece Manuela Carmena quiere recuperar el tirón que
tenía Tierno Galván, que empiece por
imitarlo en la cuestión taurina. Tierno escribió un librito titulado Los toros acontecimiento nacional, que
recomiendo a Carmena, a taurinos,
antitaurinos y políticos de cualquier pelaje o capa.
En España hicimos una transición política que yo creo no
llegó a los toros. Es hora de hacerla ahora para que no la hagan otros de peor
voluntad.
Como dije al
principio, los Pérez son una saga, una estirpe. Y el Rescoldo
una peña con solera de la que no hace mucho me hicieron Socio de Honor.