Cagancho.
Elegía flamenca en forma de soneto, para un caballo torero.
Dedicado a Paco Apaolaza que me lo
enseñó. In memoriam
Dedicado a Paco Apaolaza. In memoriam.
Cagancho era un caballo solitario,
Un animal de liebres y un zopenco
Con mataduras de pollino y penco
Sin amigo paciente
y solidario;
Sin más futuro cierto o ideario
Que trotar por el campo triste y renco,
Ajeno a toda gracia y al flamenco
Oculto de su cante imaginario.
Más un dia don Pablo
de Navarra
Vio en sus ojos dormida la alegría,
Las palmas, el jaleo y
la apostura.
Y allí empezó las juergas y la farra,
El dar el pecho al toro, torería,
Galope de costado y donosura.
Adiós Cagancho, perezoso y torpe
Antes que empiece el lance y salga el toro;
Luego, cante por soleares o alegrías. J.V.
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